Los estudiantes de literatura sobrevivientes al VI CONEL en Puebla ya nos estamos reponiendo del intenso encuentro. Felicidades a los organizadores quienes –sabrá Dios o el Diablo cómo- lograron vencer, contratiempos, carencias y vicisitudes.
Al rededor de cuatrocientos asistentes, más de cincuenta ponencias, dos exposiciones pictóricas, tres montajes escénicos y cuatro presentaciones de libros y revistas hablan muy bien de un Congreso de Estudiantes de Letras. Por mi parte puedo decir que este tipo de actividades, además de nutrir intelecto, alma y vida, son un excelente pre-texto para viajar, amigar, conocer y enamorarse una y otra vez.
Gracias a estos Encuentros he conocido Aguas Calientes, Sonora, Zacatecas, Guadalajara, Mérida, Puebla… y reconocido Querétaro, Guanajuato… llevando siempre una ponencia, un concierto, un proyecto editorial o hasta un monólogo como fue el caso en Puebla el pasado 9 de abril. He reconocido hermanos en toda la república; me he enamorado y reenamorado, he brindado, he bailado; me he reinventado en cada Congreso donde varios y variados colegas descubrimos y redescubrimos que no todo está escrito, ya que a muchos nos falta
Por otra parte, la clausura del jhony fest 2008 tendrá lugar este viernes 25 de abril en el café “De todo Corazón” (Ortega 34-B, Coyoacan) con lo que se cierra este evento que me ha dejado hartamente complacido y con ánimo de prometer un festival de igual o mayor nivel para el jhony fest 2009. Ya se apuntaron, como sedes, Monterrey, Tepoztlán y Zacatecas. Locura total.
Gracias a todos los que hicieron posible mi fiesta de un mes, me creció el corazón al descubrir la gran cantidad de amigos que tengo y quiero. A todos, de verdad no me olvido de nadie, a todos: cienes y cienes de gracias.
Aclaro que la clausura del jhony fest 2008 es este 25 de abril y no, como muchos creen, el 26 en el Zócalo con las quinceañeras que apadrina con nuestros impuestos Marcelo Ebrard. Me deslindo de eso, no soy una de las 300 jovencitas inscritas ni mucho menos, aunque pienso robarme la idea de las invitaciones que Macel Corleone (“El padrino Ebrard” o, en inglés, “The Grandfathebrard”) mandó hacer. Imagínense: la invitación es una muñequita de papel a la que se le puede cambiar la imagen para que sea “darketa”, “emo” o “fresa” la cual tiene la leyenda “Soy como quiero ser”, en alusión a la tolerancia a las distintas culturas juveniles. ¿No les parece divino y democrático a la vez? Ese Marcelo, de verdad que es encantador.
Por cierto, quiero comentar el gran detalle que Ebrard tuvo conmigo al regalarme, por mi cumpleaños, un metrobús para que me aviente lo más cerca posible de casa. ¡Hombre mano, no te hubieras molestado!… Y de paso no molestabas a todos los vecinos que nomás no le vemos “las grandes ventajas” al juguetito.
