martes, 30 de diciembre de 2008

Chau, Dosmilocho.

El 31 de diciembre del año pasado, escribí esto en mi diario, despidiendome de Dosmilsiete. Hoy lo reescribo en mi blog para despedir a Dosmilocho. Claro que el nombre del personaje ha cambiado un poco, no tanto; finalmente, Dosmilocho es lo mismo que Dosmilsiete, sólo que un año después.
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Mirador de Fuentes Brotantes
17:02 hrs.
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Muere... lentamente la tarde última de este Dosmilocho.
Se va... con la tarde, el año; con el año, un suspiro más de nuestra eternidad.
El sol que mañana vean mis ojos será el sol de Dosmilnueve, sol de enero; el sol mismo de los siglos y los siglos, pero otro
sol completamente nuevo.
Y con sus rayos hará renacer mi ciudad que lleva tiempo estando aquí.
Pobrecito sol que nunca está invitado a la cuenta regresiva de año nuevo, jamás ha visto uno. Se va a dormir y cuando regresa ya es otro ciclo... 365 días al año otra vez... y otra vez y otra vez y el sol ni se entera. Quizá es la venganza pueril del Hombre ante la soberbia del astro rey. Y así, inventó los días y las horas de tal modo que el sol no estuviera presente en el justo momento de la transición...
Notorio es el favoritismo ante la luna que ningún año nuevo se pierde. Todos, los 2008 que van y los que fueron antes, los ha presenciado la doña luna quien, seguramente, al principio se intrigaba por los alaridos jubilosos de un montón de gente preocupada por el tiempo que le queda...
Ahora, es muy probable que sólo le inspiremos ternura. Cómo el Hombre se inventa motivos y razones donde evidente es que no las hay. Pero por eso es hombre el Hombre, justamente porque es capaz de inventar... y se inventa labores, funciones, oficios... puros pretextos para seguir con la idea de que uno es importante en su paso por acá... Lo interesante es cuando esa importancia, uno se la llega a creer de tal manera que alguien más le cree y le lloran cuando muere, como si en verdad nos hiciera falta. Incluso hay quien logra convencer a más gente de su importancia, y le hacen monumentos o lo recuerdan a cada rato.
Y no faltan quienes dejan algo más duradero que ellos y por mucho tiempo después de su muerte se siguen cantando sus versos... versos que la luna ya se sabe de memoria.
Adiós, solecito, nos vemos mañana en Dosmilnueve. Feliz año lunita, al ratito te miro.
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sábado, 27 de diciembre de 2008

Semana 52





Dosmilocho agoniza dejándome buena herencia en la memoria: arraigadas amistades, reencuentros, música, teatro, letras, hallazgos, amor…

Como Tepoztlan que visité tanto y tanto hice por allá (una obra de teatro -ver nota del 24/01/08-, conciertos, etc…). En febrero se me casó mi Barbie Tambor, Amanda Valdés Abuadili y, hasta donde sé, es feliz con Genaro, Italiano simpatiquísimo y narizón que aprecio por haber enamorado a mi Amanda; que en latín quiere decir: “la que es o está siendo amada”. Mi amigo Omar Carrasco también contrajo nupcias; él en marzo. En su boda, por primera vez, me sentí viejo.

Dosmilocho me vio conocer en persona a Antonio Alatorre quien, al firmarme uno de sus libros, me bautizó con el seudónimo “Manuel”. Este año tuvo lugar la primera emisión del "Jhony Fest" del 21 de marzo al 25 de abril –ver nota del 19/03/08- cuya programación rebasó las expectativas (mías, claro). Parte de las actividades fue la presentación del monólogo Tras un amoroso lance y la lectura de mi ponencia “Retórica del erotismo” en el Congreso Nacional de Estudiantes De Literatura en Puebla. (ver nota del 24/04/08)

Terminé los créditos de la carrera y entregué mi tesis de licenciatura. (ver nota del 28/09/08)
Con Marco Pacheco, director del monólogo Tras un amoroso lance, montamos, en compañía de la linda y cantora Mirella Gonzáles, De alas hadas y regalos.

La revista algarabía me publicó un artículo en su número 44 (abril) y el anuario del ISEE, en noviembre, un artículo sobre Sor Juana. Vi todas las películas (todas) exhibidas en cinemex de abril a septiembre gracias a mi, hoy caduca, membresía.
La mala racha del año está testimoniada en la nota del 04/08/08 que habla de mi asalto y el choque. La del 10/09/08, de mi primer cambio de llanta ponchada (salud)

Impartí el primer semestre a mi segunda generación de “Producción y comprensión oral y escrita del español”. (Ver nota del 16/05/08) Ya varios me dicen “profe” y hasta tengo un apodo.
Los martes de Dosmilocho avanzaba Conrad con las clases de guitarra que le di en Villa Olímpica. Por fin inicié clases de canto con Cristián Talavera (Cuya hija Fátima –ver nota 18/09/08- terminó siendo Miguel y está rechulo); en su casa-academia musical coordinaré, los lunes de 5 a 6, un taller de composición.

Publiqué, este año, el cuadernito de poemíos titulado Variantes de esperanza el cual fue presentado junto con Malparaíso en el antiguo colegio de medicina dentro del marco del ENELL donde también presenté la ponencia “La urbe como factor determinante en la literatura del subsuelo” (Nota del 21/10/08)

Inicié con el taller de teatro en el ISEE y con ese grupo tan lindo escribí y monté la pastorela Va a nacer el niño Dios en Tlalpan con la ayuda excepcional de Jimena Fernández quien me asistió en la dirección. Con ella y con Andrea Soler (bello hallazgo que también me deja Dosmilocho) arrancaremos, en enero, una serie de proyectos escénicos.
El 12 de diciembre inicié vorazmente el maratón Lupe-Reyes (ver nota 11/12/08) y el 21 me rajé. Esa fue la segunda vez que me sentí viejo.

Dosmilocho celebró conmigo y con Faba dos años de algo muy parecido a la felicidad y, en general, todo el año hubo música, teatro, letras y amor a borbotones. Definitivamente “yo no olvido al año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas”
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viernes, 19 de diciembre de 2008

compromiso






Hoy es mi amante
todavía.
Mañana será mi novia
y, algún día,
mi esposa esta vida mía.








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jueves, 11 de diciembre de 2008

¡Virgen santa!





Doña Julia que es mi madre, tiene, como primer nombre el de “Guadalupe”; de modo que mañana me toca hacer el rol de buen hijo y, de paso, el de buen guadalupano… Es que alguien, en algún momento la convenció de que a las “lupitas” se les celebraba como si fuesen la encarnación misma de la del Tepeyac. Así que, ya estando en éstas, para entender por qué tanto rollo, tuve a bien documentar un poco el objeto de la celebración marimorena mientras entono “La guadalupana” y, el que será el hit de mañana cuando lo proponga: “¿Qué le pasa a Lupita?”

El 12 de diciembre de 1542 la virgen de Guadalupe hace su aparición en la colina del Tepeyac, lugar que era dedicado al culto a Tonatzin (“nuestra madre”), diosa azteca de la fertilidad. Es Juan Diego, un humilde cargador indígena (tameme) el elegido para testimoniar dicha aparición. De esta manera –parafraseando a Carlos Fuentes quien, a su vez, parafrasea a Octavio Paz-, el pueblo indígena es transformado, por las autoridades españolas, de hijos de la mujer violada (la chingada) en hijos de la purísima virgen.
Fue la mejor ocurrencia -según Carlos Fuentes- de fray Juan de Zumarraga, segundo virrey y primer arzobispo de México, para lograr una reconciliación entre el pueblo indígena indignado por su condición de conquista; un pueblo cuya madre –su tierra- fue literalmente violada. De esta manera, la virgen de Guadalupe (a quien, por cierto, algunos peregrinos indios la llaman aún Guadalupe Tonatzin) es un consuelo para el indígena quien poco a poco, cerrado así el proceso de conversión católica, irá olvidando a las antiguas divinidades femeninas relacionadas siempre con la idea de fertilidad, al encontrar el regazo de una madre que no necesita ser fértil para adoptar a los huérfanos del “Nuevo Mundo”; una virgen que además es, como todas las vírgenes, la representación de santa María, madre de Dios. A quien, curiosamente, en el rezo se le pide que ruegue por “nosotros los pecadores”, siendo que la idea de vivir en pecado fue instalada también por los españoles.

Con esto me relajo un poco y voy saboreando los cristalinos tequilas que mañana inaugurarán el “Guadalupe Reyes” ¡Salud!
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