A Davo y a mí se nos ha ocurrido una idea estupenda: Hacer “teatro under” en la casa. Es decir, montar una serie de sketches y pequeñas obras que podremos ofrecer a un público selecto que será convidado a las exhibiciones semanalmente. El espacio lo permite y los entusiasmos compartidos pueden hacer que este proyecto sí se logre…
La idea es hacer un menú de opciones que el público podrá elegir para armar un espectáculo titulado “Teatro a la carta”. Los platillos irán desde un cuadro escénico, pasando por una interpretación musical, hasta una improvisación o una obra corta. El público elige los títulos del menú que, con el tiempo, se irán ampliando.
Uno de los primeros montajes que ya estamos realizando es “Ensayo sobre la influenza” cuyo argumento es el siguiente: Un par de individuos deciden permanecer encerrados en su departamento temiendo ser contagiados por una repentina pandemia que asola a la ciudad: la gente se convierte, de manera misteriosa, en marrano. Para distraerse se cuentan relatos y se revelan secretos. La historia se complica cuando descubren que uno de los dos ha contraído el virus y quedará, irremediablemente, convertido en cerdo.
La idea es un plagio del Decameron de Boccaccio cuya relectura me fue inspirada por los sucesos actuales en la ciudad. En este clásico prerrenacentista una peste en Florencia obliga a siete damas nobles y tres jovencitos a guarecerse en una casa de campo donde pasan catorce alegres jornadas entre diversiones, placeres y la narración de cuentos.
Pensamos estrenar cuando pase el estado de alerta y las disposiciones gubernamentales permitan a la gente congregarse, de lo contrario es probable que nadie quiera venir a ver nuestra propuesta. De momento seguimos ensayando, escribiendo y leyendo. Por cierto que las recomendaciones hechas por Dehesa en su columna del “Reforma” son harto acertadas: Diario del año de la peste de Daniel Defoe, Decamerón (ob. cit.) y La peste de Albet Camus. Yo agrego Ensayo sobre la ceguera de José Saramago; pero si prefieren buscar la peli, por ahí rentense también V de Venganza, Rec y, por su puesto, Soy leyenda.
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