viernes, 31 de julio de 2009

Constante invención de sí mismo



En realidad es un tema que podría llevar (y llevará) varias emisiones. Lo expondré, de manera aislada, en notas independientes esperanzado en que el lector de “éste mi blog” recuerde que todo viene del proyecto “Banco de semillas filosóficas” (ver notas del 26 y 29 de junio).


La primera propuesta, lanzada a quemarropa, es “La constante invención de sí mismo”. Si uno, permanentemente, se encuentra reinventándose, de manera consecuente entrará en el juego sugerido de la actitud filosófica, por una simple razón: es necesario, para esa constante invención de sí, preguntarse ¿quién o qué quiero ser? Cuya respuesta nos llevaría, necesariamente, a ubicar qué hace falta para conseguirlo y para tal ubicación, es preciso saber qué se tiene y qué se “es”.

Partamos de ahí. La constante invención de sí mismo exige la protopregunta: "¿Quién soy?". No soy mi nombre porque muchos se llaman igual y no son “yo”… ahorrémonos el juego mental de descartar las posibles respuestas del “¿Quién soy?” y de una vez terminemos (más bien, comencemos) diciendo: “Soy un ser compuesto por una mente, un cuerpo y un alma” (pensemos que una entidad sin alguno de estos elementos no podría preguntarse “¿Quién soy?”)

A partir de ahí podemos comenzar una exploración, apropiación, nutrición y ejercicio de esas tres esferas. ¿Cómo alimento, ejercito, expando y exploro mi mente, mi cuerpo y mi alma? Recordemos que, del mismo modo en que hay comida chatarra para el cuerpo la hay para la mente y el alma, aunque sean más fáciles de percibir, a primera vista, las incurias del cuerpo. Del mismo modo en que la esfera corporal se ejercita con actividades físicas específicas, ejercicios para la esfera mental son la lectura, la reflexión consciente y el estudio y aprendizaje de cualquier disciplina o idioma.

Ejercicios anímicos son la comunión con lo artístico, lo religioso y lo afectivo. En cuanto a la alimentación de las esferas no corporales, también hay afectos chatarra, religiosidad chatarra y arte chatarra.
El odio, el rencor, la envidia, los celos, la soberbia, al igual que la comida chatarra (aunque muchas veces sabrosa), en dosis extremas enferman al alma. Y las manifestaciones artísticas chatarra, tendencialmente dirigidas al comercio y consumo, aunque en algunos casos disfrutables, rara vez coadyuvan al nutrimento del alma… lo mismo pasa con la religiosidad chatarra que es como las sopas instantáneas y las frituras: son comida que no es comida… o, dicho de otro modo, es comida que no nutre. Esta podría ser cualquier religión fanatizada, donde la comunión espiritual, por incongruente, no sea auténtica.

Etimológicamente, “religión” es una re-ligación ¿Con qué? Con el universo. El humano es un ser que precisa religarse a sí mismo con el universo, consigo mismo, con su entorno. No puedo concebir la falta de armonía en una religación auténtica. Si se da el caso, no se está religando, no se está siendo religioso. Entendamos, en este caso, “armonía” como una integridad congruente entre lo que se dice, lo que se piensa y lo que se hace.

Hay quienes para religar se incorporan a una “Religión” establecida, lo cual es muy respetable siempre y cuando haya congruencia en los preceptos y actitudes (ésto rara vez de da). Hay otros que deciden la empresa de inventarse una propia religión, asunto que es, de igual modo, respetable. El resultado de tal empresa suele ser bello: la consagración a una labor con una actitud en una disciplina elegida voluntaria y concientemente. Tal proeza no tiene un pero que objetar.




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miércoles, 22 de julio de 2009

Whit a litle help from my friends







Carlos Salvador, colega y amigo, me escribió al Hi5 para preguntar que cuándo publicaré la tercera parte de “Banco de semillas orgánicas y la filosofía no sirve para nada” (Ver notas del 26 y 29 de mayo de 2009). Se lo agradezco infinitamente. Resulta estimulante saber que alguien espera mis textos… como, también, me lo ha hecho saber, en repetidas ocasiones, Marco Saucedo, compañero de letras y cebada, quien se entera cada semana del espectáculo de mis tribulaciones al visitar “éste mi blog” (Ver nota del 2 de abril, 2009). Por su puesto, mi hermano Jesús Francisco Conde, también se encuentra incluido en mi agradecimiento. Él que hace poco (refiriéndose a junio) me dijo: “No has trepado nada al blog”. Y yo que pensé que ya no me leía.
También Mélany, quien me dio palabras de aliento y ahora siento que la quiero más… y a Elena y a Yolanda Contreras que, sin conocernos, ya nos hemos acercado vibrando al unísono.
De verdad, a todos, gracias. Ayudan a confirmar que la vida sigue y seguirá. Con ajustes en el reparto, actualizaciones emergentes del guión y una certeza: “sigue siendo de a mentis más de la mitad de la soledad” Con renovado ímpetu vuelven a hacer ruidito los dedos sobre el teclado para cumplir el deber de “trepar” una nota por semana. La siguiente será, en definitiva, la tercera y última parte que, oportunamente, solicita Salvador, donde declaro el manifiesto del Banco de semillas filosóficas y los planes de acción que propongo.
Entre otras cosas (aunque mucho tiene que ver) el cóctel escénico presentado en el foro de Francisco Sosa 298 el pasado 4 de julio fue todo un éxito. La mezcla de teatro, música, máscara y títeres fue un acierto constatado en la función que dimos en la UAM Xochimilco. Se va a poner mejor cuando se integren cuadros de clown y de comedia del arte. En notas futuras ahondaré al respecto, de momento, sólo anuncio las siguientes fechas programadas:
“El 8 del 8 a las 8 en el Tinto”, es decir: Ocho de agosto a las 20:00 hrs. En Tinto Café (Medellín 298 esquina con Tepic) me presento con Guadalupe Ocampo en un concierto teatralizado que cuenta y canta la historia de Jhony Begood Rojas Jakson, músico destruido por las adicciones, y su amorosa relación (la más pura en su vida) con Wondy, bella prostituta con atuendo de Jessica Rabbit.
El 29 de agosto a las 20:00 hrs. el teatrito de Francisco Sosa 298 volverá a ser cede del Electroacustichou, cóctel escénico que incluirá en su menú, fragmentos de lo más destacado en los montajes de Producciones Marmotazul (ver primera nota de noviembre 2007)
¡El chou… must go on!



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lunes, 13 de julio de 2009

!Verde!


¡Siete por siento!


Es el porcentaje que obtuvo el partido verde en las elecciones del pasado 5 de julio, lo cual me resulta, por demás, escandalizante. Como si se hubiera olvidado el video del soborno del que fue partícipe Jorge Emilio Gonzáles, mejor conocido como “El Niño Verde”, donde, claramente, se le escucha y se le ve preguntando “Y para mí cuánto”. O como si (peor aún) las insostenibles propuestas lanzadas fueran tomadas en serio por un sector de la población. Digo, no es que suene mal eso de que “el gobierno te pague las medicinas” o “inglés y computación para todos”, o que cada niño tendrá una laptop… me resulta muy interesante que el 7% de los votantes las considerara viables. ¿O… (no quiero ni pensarlo) quizá tal resultado se deba al éxito de los carteles y spots publicitarios que apelaban persuasivamente a la emotividad, de manera poco elegante, sobre un tema muy delicado para ser tratado como slogan. Nisiquiera ahondaré al respecto, simplemente comparto la risa que me encontré en el “Cocobook de Leo” de donde tomo lo siguiente:

Pero donde si me dio mucha risa, fue cuando entre a la página del partido verde y encontré su misión:
“El Partido Verde Ecologista de México es una organización de ciudadanos ecologistas, comprometidos con el respeto por todas las manifestaciones de la vida, la protección del medio ambiente y la contención del deterioro ecológico; y cuya acción política se orienta a la promoción de un desarrollo sustentable que permita a los seres humanos vivir en una sociedad justa, libre y en armonía con la naturaleza”




Y Raúl Araiza junto con Mayte Perrioni ofreciendo sus servicios al comercial que muchos tuvimos que chutarnos antes de la peli en el cine… No estoy en contra de ganarse una lana por promover y anunciar lo que sea. Yo mismo he incurrido en diversos tipos de prostitución (musical y literaria, hasta el momento), lo cuestionable es que los espectadores se dejen influir por la imagen de manera tan irracional…

¡Me surge una idea! Investigaré cuánto me cobraría Mayte Perrioni por salir a cuadro afirmando que soy excelente en la cama; que estoy lleno de virtudes y que no se explica cómo fue que mi novia me terminó, siendo yo el partidazo que todas desearían. Puede ser una buena inversión. Y otra lana destinada a Ana Layevska para que confiese, en otro comercial, que yo fui quien le ocasionó la infección vaginal… Desvarío. Estoy diciendo incoherencias: No podría pagar los spots. Quizá la muerte de Michael me trastornó más de lo que pensaba, aunque una parte de mí sabe que el rey del pop está bien, vivo y contento en una isla llena de niñitos transgénicos sólo para él; junto con Elvis, Pedrito Infante y Adolfo Hitler.




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jueves, 9 de julio de 2009

solamente

Difícil cosa esto de administrar la soledad. No cabe en ningún cajón, no se está quieta en ningún espacio de la casa, no se sabe quedar callada, no deja de estar chingando. Y cuando, harto de ella, me pongo el saco y salgo a respirar, se me cuelga de los hombros y con sus talones me va picando las costillas. La llevo al cine, la dejo platicando con otras soledades para ver si se queda por allá mas siempre regresa con nuevos planes y viejas nostalgias.
Le pico los ojos con mi pluma, la emborracho o la drogo para ver si, en un pasón, se va… Pero siempre se repone la pinche soledad. Además son insufribles las resacas de mi soledad: vomita recuerdos, ella, entera, huele mal; se pone sumamente impertinente. He tenido que sacarla, a madrazos, de mi casa diciéndole que no vuelva, que aquí nadie la quiere. Arranco el coche, la atropello, le vuelvo a pasar por encima y huyo a toda prisa, sin voltear. Busco amigos, busco ruido, encuentro labios y brazos paliativos. Tengo, incluso, un buen día, con proyectos y con logros de esos que siempre ayudan a sentirse mejor… Pero al volver de madrugada ya se encuentra entre las sábanas, recostada, mi soledad. Me pregunta: “¿Qué tal tu día? Te estaba esperando. ¿Quieres cenar, te tomas algo o prefieres que prendamos un gallo?” Para dormir me cuenta historias de todo lo que podría estar haciendo mi novia… Ex… novia.
Siempre me deja en la boca el mal sabor de su aliento y, en las manos, siempre la certeza de una ausencia, hoy por hoy, contundente. Es tan demandante mi soledad, toda la atención la quiere para ella sola… nunca me deja concentrar en nada.
Y la gente, los amigos, los proyectos, el movimiento, el ruido, la gentileza de unos labios que acudieron en mi auxilio… no dejan que me sienta solo. Porque no lo estoy.
Tan es así que a la grata presencia de todo ello se le suma una certeza más: estoy terriblemente acompañado, todo el tiempo, de mi soledad.
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