miércoles, 27 de octubre de 2010

Trigésimo





Esto de organizar la vida de un individuo en ocasiones se torna harto complicado porque un ser, para no dejar de “ser” requiere alimento, ropa, casa y ciertos cuidados que garanticen su permanencia en este impoluto mundo.
La vida del individuo que he decidido organizar es la mía propia. Como lo sabrán los enterados, hace poco más de un año y medio que, "harto ya de estar harto", decidí iniciar mi vida independiente. Me mudé a la Narvarte, primero en Vértiz, ahora (desde febrero de este 2010) en Obrero Mundial y hoy habito, ya perfectamente instalado, la Buhardilla 21: Mi casa, mi reino de minúsculas habitaciones, mi morada, mi hogar, recinto sacro personal

Mis libros, mis cosas, habitan este inmueble donde brindo con Tadeo (máscara de colorín que adquirí en Zacatecas) por los éxitos obtenidos y los fracasos conservados.
A mis treinta años soy “soy un hombre sincero”, libre y feliz (se aplican restricciones) con empleos redituables que se dividen entre el oficio, el placer y la profesión. Digamos que cuando quiero quedar bien con las “mamaes” de las cortejadas digo que soy profesor de español, teatro, recreación literaria y ciencias de la comunicación, con lo cual complazco (aparentemente –¿y de qué otro modo es posible?-) las espectativas suegriles. Sin embargo, cuando le agradezco a la vida con una ancha sonrisa me digo: soy teatrero, cantautor y escribiente.

"Soy artista", le digo a Tadeo, ese papel me tocó y confieso que me gusta. No excelente, no pésimo, el arte que realizo tiene la suerte de poder colarse en las esferas donde se ha inspirado. Los escenarios donde he podido presentarme no se desconciertan preguntándome ¿qué haces aquí? Y existe gente –por bendita fortuna- a la cual le gusta lo que hago. Congraciadamente, a mí también me gusta; así que "gusto del gusto que gusta mi gusto" y lo paso hoy, deliberadamente, "muy a gusto". Trabajo mucho, me divierto mucho y –gracias a Factor Caravana- produzco mucho.

Buen año este año que va a la mitad –para mí los años comienzan en abril, así que justamente llevo un semestre- en el cual se han dado guiones, montajes, producciones que consolidan el nacimiento de El hombre teatral que decreté en 2009.

Sigue faltando el título, caray; La licenciatura oficial se me ha escurrido de las manos por descuidos, negligencias, incurias y malas decisiones... tan minuciosamente colocado todo lo anterior que parece que hubiera hecho yo el plan de de no titularme a como diera lugar. Eso y que la vida me ha dado llamado constantemente y yo, que me dedico a vivr, no me doy tiempo para otras cosas.
Y han sido generosos conmigo los empleos y oficios que hasta el momento no han requerido el papelito que dicen que habla. Mis dotes de ventriloquia han bastado hasta el momento, lo cual es arma de dos refiles porque no existe, actualmente, incentivo o presión para concluir ese trámite pero “el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos…”
Fosil he sido desde siempre… no recuerdo si debía materias en el Kinder Garden o la primaria, pero sí debía materias en la secun , luego la prepa abierta no acababa de acabarla cuando en “safe” llegué a la carrera de letras… y ahora que soy egresado, nomás me falta el título… No culparé más a los ojetes asesores que me ayudadron a desmoronar mi buena intención de hacer mi tesis… ahora la culpa es sólo mía: no me he titulado porque mantengo postergado el compromiso de cerrar el ciclo con mi alma mater quizá por un apego edípico-académico-atávico-esotérico que no intento comprender ahora.


En fin, la noche avanza y yo he de terminar y mandar el flyer invitando a la función de Aquí te espero, obra de muetos para títeres y actores que Factor Caravana presenta en Plaza Loreto el próximo domingo 7 de Noviembre a las 12:30 y 17:00 hrs.