lunes, 2 de febrero de 2009

No importa más nada



Mi amigo está enamorado. Ama y lo aman y, a cada paso, él y ella van dejando estela que, como brizna de fontana, refresca a quienes alrededor están.
Es maravilloso presenciar el espectáculo de que mi amigo y su novia, estén juntos. Como si el amor que ellos desbordan lo salpicara a uno.
Da gusto mirarlos y, también, ganas de gritarle a cualquiera que vaya pasando: “Hey, deja todo lo que estés haciendo, por favor míralos. Si estabas triste y, por casualidad, desconsolado. ¡Detente a mirarlos! Y una sonrisa te brotará por contagio.
Mi amigo está enamorado. Y a mí, su felicidad me rebota en el pecho. Él merece todo y ahora que está con ella, justamente tiene eso.

Ella estaba lejos… pero nunca lejana; él tenía el aliento, la risa y las ganas esperando su llegada.

Cada segundo era un beso que no se daban; cada minuto, un abrazo que, en sus brazos, esperaba… y después de esperar y desesperarse, él siguió esperando mientras ella le mandaba latidos por “mail” y anhelos cuando lo llamaba.
Ella llegó la semana pasada. Están juntos. Se aman. Son felices
Y no importa más nada.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

maravilla!