sábado, 3 de mayo de 2008

Soñar con los pies (Día internacional de la Danza en el C.C.U.)



Antes del arribo del hombre al mundo, la danza ya existía desde el inicio de los tiempos. Basta ver los bailes de cortejo de la grulla o el pez espinoso, o bien, percatarse del viento que mece los árboles para descubrir el más claro ejemplo de movimiento que es danza del universo entero.

El hombre antiguo bailaba en ceremonias rituales para estimular, mediante la repetición de ritmos, la percepción y agudeza del espíritu provocando así un estado de trance con el propósito de entablar comunicación con lo divino. En las festividades de toda la historia de la humanidad ha estado presente el baile como manifestación física de alegría y emotividad o como un elemento de gran erotismo y sexualidad dentro de las fiestas de la carne: los auténticos carnavales.

Así, la danza simplemente sucede a lo largo de la historia del hombre. Es a finales del siglo XVI cuando, producto de una síntesis de los entremeses medievales y las mascaradas italianas del renacimiento, surge el ballet, danza clásica dedicada a cultivar la nobleza de los reyes y condes, diferenciando su estilo de las danzas populares. Más de tres siglos después, una revolucionaria del ballet sería considerada madre de la danza contemporánea por romper con la estructura del riguroso academicismo del ballet clásico. Su nombre: Isadora Duncán, maestra de Martha Graham quien desarrollara una de las más importantes técnicas de danza libre, la técnica Graham.

Mientras tanto, como si fuese una reconciliación con el ballet, surge la danza neoclásica, que rompe la estructura no en forma sino en contenido, ya que en lugar de montar coreografías clásicas, lo hace con creaciones de los directores actuales. Por otra parte, brota la danza posmoderna, llevada a cabo con varias tendencias y la continua exploración de diversos métodos.

El jazz, flamenco, bailes de salón y danza folclórica también tienen su historia. Parte de ella es que desde 1982 estos géneros conviven anualmente con todos los demás en la celebración del Día internacional de la danza. Esta ocasión su recinto fue, el pasado 29 de abril, el Centro Cultural Universitario. El teatro Juan Ruiz de Alarcón, las salas Miguel Covarrubias y Carlos Chavez, el Foro del Centro Universitario de Teatro y la Fuente del C.C.U. fueron sedes de una celebración en donde la fiesta formó parte de la danza y no, como suele ser, al revés.

A partir de las 10:00 hrs., momento en que arrancó la Compañía Nacional de Danza con la primer coreografía, la afluencia de gente no perdió el ritmo, todos los espectáculos contaron con un público que se organizaba para entrar a la mayor cantidad de los montajes. Así, trascurrió la jornada cada vez con más congregados acudiendo al llamado de la danza.

El mismo Tláloc, vanidosamente, creyó que tanto baile era para invocarlo y obsequió al recinto del C.C.U. aplausos de gotas azotándose en el pavimento. La gente aprovechó las salas para guarecerse de la lluvia, aun sabiendo que las coreografías iban a empaparle el alma.

Además de un maratón de danza contemporánea, una gala de ballet, bailes folclóricos y de salón como también muestras de tango y jazz, a lo largo del día, la sección de video-danza ubicada en el lobby de la sala Miguel Covarrubias, proyectó alrededor de veinticinco filmaciones de espectáculos dancísticos. Desde El Lago de los Cisnes, coreografías de danza contemporánea, jazz, hasta funciones completas del Cirque du Solei. “Todo un éxito, la gente está respondiendo muy bien” Comentó Eloisa García, coordinadora de la sección de video-danza.

Cada foro, cada espectáculo, cada coreografía era una experiencia inolvidable, única e irrepetible. Dejándose embriagar por la sutileza y precisión de la danza neoclásica, frente al Taller Coreográfico de la UNAM, el público pudo constatar el milagro de ver y escuchar; las sílfides, sátiros, elfos y ninfas en escena de la compañía de danza contemporánea San Juan de Letrán, sacudieron con ritmos afrocaribeños, la emoción del espectador; Eterno Caracol dibujó el contorno de un sueño con su coreografía Trazos e luna y, en general, alados peces y mariposas acuáticas; cuerpo humano, espacio, movimiento y ritmo; todas las figuras imaginables enmarcadas con luces de ciclorama, fueron el mejor banquete estético para las niñas de los ojos que acudieron al Día internacional de la danza.

La bailarina Lucero Camarena opinó que el evento estuvo muy bien organizado. Le gustó la idea de que la entrada no tuviera costo, ya que de esa manera no hay pretexto para que la gente no acuda. “La cultura en danza está un poquito mal, hace falta una buena mercadotecnia” Dijo para jonathanrojas.blogspot.com la integrante de la compañía de danza contemporánea San Juan de Letrán.

Al final de la jornada, El día internacional de la danza cerró su programación con hip hop y rocanrol. De tal modo que casi ningún género faltó a la magna fiesta, casi ningún bailé quedó sin ser bailado y los asistentes, como vampiros cósmicos, bebimos la energía emanada de tanta belleza, tanto movimiento y tanto ritmo.

La Danza es la contorsión que inevitablemente realiza un cuerpo cuando el alma inflamada le brota por los poros... El baile es un punto intermedio entre lo físico y lo etéreo, un puente entre lo más sagrado y lo más prosaico, una forma de andar despierto en el sueño, bailar es soñar con los pies.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sí, realmente se respiraba un ambiente muy muy tranquilo, de absoluta paz y tranquilidad. Chida la reseña.
Saludos, tiempo tiene que no entraba, olvidé lo grato que es leerte.