lunes, 12 de enero de 2009

Pero no

Se me escapó de las teclas la nota de la primera semana de este Dosmilnueve. !Pésimo augurio!, !Atrós vaticinio! Yo que me propuse no dejar descuidada ni una sola semana.

Y tenía tanto que contar: mi frustrado viaje a Argentina del que no diré ya ni una sola palabra, por ejemplo. O decir y decir de Tepoztlan donde me encuentro ahora, secuestrado por la calma y las eternas campanadas. O escribir también de la visita al mar donde una playa de Marquelia, tan semi-virgen como yo, fue el regalo exclusivo que tuvimos Anita, Ziwl y un servidor.

También hubiera podido redactar algo sobre el maravilloso encuentro con Taxco, tierra primera de Juan Ruiz de Alarcón, y repetir lo que recuerdo dijo Ermenegildo, guía borracho, sobre la parróquia de Santa Prisca.

Pude haber hecho la primera nota del año sobre los tres reyes magos que no eran tres, ni eran reyes, ni magos; o sobre el antiguo origen mediterráneo de la rosca, cuya forma de anillo simboliza la renovación de la fertilidad de la tierra en el solsticio de invierno... Pero no. Nada de eso escribí en la primera semana de Dosmilnueve que, por negligencia, incuria y dispersión se me fue de las teclas.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

y no invito eh

Anónimo dijo...

tsss... If I were you, me prepararía para lo peor :P
Siempre un gusto leerte.