martes, 15 de enero de 2008

Encuentro nacional de amantes del teatro, tanto “space” y coincidir.



Grato, gratísimo, ha sido recibir los comentarios de Amelie. Me da gusto saber que ya tengo cuatro lectores. Tanto que a ella dedicaré la nota que sigue, esperando no encelar a mis otros tres lectores quienes seguramente entenderán que el “destinatario lírico” no excluye a nadie sino, por el contrario, se trata de un recurso narrativo que busca propiciar una atmósfera relajada en el desarrollo del texto. Así el autor se dirige a un “alguien” concreto para “platicarle” un suceso del que quiere enterar a todo aquel que también lo lea.

Estuve curioseando en tu blog, Amelie, y descubrí que compartimos el gusto por algunos filmes y algotros libros; Amelie, Luna amarga, Dogville; en el primer rubro y Pedro Páramo, Cien años de soledad, Niebla, en el segundo. Sin mencionar también coincidencias en la música como Soda estéreo, Café Tacuba, Delgadillo, Silvio, Janis Joplin… Además que estudias psicología, la carrera que estuve a punto de estudiar debido a que, simplemente, me fascina; no lo hice porque los volados entre Teatro, Música y Letras ya no permitían más profesiones en la terna y Filosofía hubiera quedado muy resentida.

Sin embargo hay un rubro que no encontré en tu blog: Teatro; y la nota de esta semana tiene por propósito hablar del Encuentro nacional de amantes del teatro. Actividad que inició el jueves diez de enero y terminará el miércoles veintitrés. Se trata de una especie de maratón teatral en donde se están presentando obras de todo tipo montadas por compañías de diversas partes del distrito y del país. Esta es la emisión número 20 del encuentro y la asistencia del público está siendo muy aceptable. Te recomiendo que consultes la cartelera, estoy seguro de que alguna función puede llamar tu atención.

Los teatros en donde se está llevando a cabo este Encuentro de amantes del teatro son el Julio Castillo y la sala Xavier Villaurrutia, (centro cultural del bosque) justamente detrás del Auditorio Nacional. Las funciones entre semana inician a las 17:00 y sábado y domingo desde las 12:00. Lo mejor de todo es que la entrada es libre, con lo que el pretexto de que “es muy caro el teatro” queda desechado. Es por la gratuidad del las funciones que te recomiendo llegar temprano si tu intención es asistir a la sala Xavier Villaurrutia, ya que el cupo es de sólo cien personas. El teatro Julio Castillo no tiene problema.

De las puestas en escena que he visto hasta el momento quiero destacar tres: Las luces del Agüero de Edgar Vera, con la compañía Libélula de la delegación Iztapalapa; La que hubiera amado, de Alejandro Licona con el grupo Toputshi Teatro de la delegación Cuahutemoc y Los habladores de David Olguín, montada por la compañía El teatro del fantasma, también de la Cuahutemoc. Las tres obras me han parecido bastante buenas, tanto en guión como en realización escénica

Las luces del agüero trata del modo en que cada habitante, en Amecameca, asume la aparición de luces en el cielo que resultan ser visitantes de otro planeta, quienes intentan dar un mensaje positivo a la humanidad; mensaje que nadie escucha.
La que hubiera amado Aborda el tema del amor, la soledad y la posmodernidad que hoy en día nos enfrenta a las desbalanceadas relaciones de pareja. Parte del simbólico hecho de poder adquirir mujeres en lata, para satisfacer con ellas necesidades afectivas y sexuales, pudiendo después deshacerse de ellas sin el menor remordimiento… o quizá con un poco.
Los habladores son una serie de monólogos en los que cada personaje, extraído de pasajes cotidianos muestra el reflejo del enorme absurdo que inunda nuestra realidad. El tratamiento humorístico de cada monólogo provoca ese tipo de risa que, al rastrearla, invita a la reflexión y quizás hasta al llanto.

De las demás que he visto hablaré en otra ocasión. No por lo que decía mi abuela: “Si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor cállate”; sino porque ya excedí, en esta nota, las seiscientas palabras y porque tengo hambre y porque se está pasando la hora de comer y luego, en la fonda, no encuentro en existencia todos los platillos que ofrece el menú.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

eeeh! Gracias, muchas gracias por dedicarme un post (nadie había hecho eso, ja). Como te darás cuenta me emociona. No es que no me guste el teatro, al contrario lo disfruto (tendré que pensar porque no lo puse como "interés"). Me agrada la invitación, ahí estaré, llevaré banda para difundir más está actividad.

Anónimo dijo...

sr rojas.... prometo darme una vuelta al encuentro en estos dias..

saludos

Anónimo dijo...

es bueno saber que ya somo mas,ojala que pronto seamos cientos.... melanybonita!

Anónimo dijo...

para los amantes del teatro!http://qualid.es/?id_pre=11 un colectivo madrileño especializado en la improvisación; os lo recomiendo!;-)