lunes, 4 de agosto de 2008

El caballero de la noche, choque y asalto



Hoy cuatro de agosto recogí del servicio automotriz mi ecosport-Optimus Prime reparada ya de todo mal. Con tal, doy por finalizada la racha de mala suerte que coronara el mes de julio con un choque y un asalto que mi persona sufrió en los andares –y manejares- por las tripas de esta ciudad.

El choque

6 de julio. 20:35 hrs. Av. Insurgentes sur, Ciudad de México.

Volvía con Madre de una tribal reunión familiar cuya sede es, los domingos, la casa del ancestro Emilio, mi abuelo.
Las vueltas sobre Insurgentes son ahora demasiado intrépidas debido al Metro Bús, juguete que, por mi cumple, me regalo Marcelo Corleone (Ver nota del 24 de abril de 2008) así que hay que maniobrar con agilidad una escaramuza charra: por una calle a la derecha, otra a la izquierda y un pasito pa’lante y otro para atrás… para conseguir dar vuelta a la izquierda… En mi ágil incorporación al carril correspondiente, la avenida mojada cual pista de patinaje provocó que, al frenar, perdiera el control de mi vehículo derrapante que fue a dar contra el trasero de un platina… Dos segundos después, mi ecosport-Optimus Prime fue embestida por un taxista que destrozó la parte trasera en un impacto que le dejó su cofre levantado como tapita de crema de las que dan en Sangron’s… Yo, que me sentía como Meteoro cuando lo sacan de la pista, trémulo bajé para ver lo sucedido….

La conductora del platina, junto con su tripulación se encontraba bien; el taxista, bien; Madre, aunque este evento le permitiría desfogar su climaterio, se portó bastante bien. Me dejó arreglar la situación sin intervención alguna. La piloto del platina macaba su celular; quise asesorarme respecto al procedimiento, dado que era mi primer choque…

.- ¿Le estás marcando al seguro?
.-Sí.
.-Le marco al mío ¿Verdad?
.-Pues sí.
.-¿Y qué le digo?
.-Que la cagaste.

Me quedó claro y procedí.
Bajo la llovizna esperamos la asistencia de los seguros que, al final, se arreglaron y perece que a nadie le fue tan mal: El seguro del taxista pagó su avería y la mía trasera; mi seguro pagó al platina y pensaba cobrarme un deducible por enderezar el “tumbaburros” que con ayuda de dos amigos: Rolando y Rodrigo, reestablecimos sin mucho problema con nuestra poca fuerza multiplicada por tres.
Pedí disculpas a los del platina, quienes venían de una muy buena fiesta de cumpleaños en Cuernavaca… a mí me tocó darles una bienvenida impactante al D.F.
Fue un choque muy civilizado; muy fresa. Sin mentadas, ni agresiones. Después de todo, el seguro sí sirve de algo, quién diría. A madre y a mí nos dieron pases médicos para que nos atendieran las contusiones, esguinces y desgarres musculares. A ella le pusieron collarín y a mí me dejaron sacarle fotos a las placas de rayos equis de mi columna vertebral.


El asalto

28 de julio, Sur de la Ciudad de México. 12:36 hrs.
Después de ver Batman. El caballero de la noche con Ameyali Magaña como celebración por iniciar el proceso del nuevo proyecto editorial de “Ediciones Pliego”: Tintágrafo, subía caminando por avenida Fuentes Brotantes rumbo a mi casa hogar. Caminata que realizo y disfruto desde hace más de diez años. Llevaba en mi mochila una lap top recién adquirida que Madre, generosamente, está pagando a 18 meses sin intereses; una cámara y una grabadora digital con la que hago las entrevistas para

www.radiosopa.com… Pensaba en el Guasón; el bien, el mal; la justicia… cuando de pronto unos pasos detrás de mí me pusieron alerta. Y así, alerta, fui sorprendido por una mano violenta que, de los cabellos, me tiro al suelo desde donde fui receptor de una profusa lluvia de madrazos que dos agresores me propinaban a la vez que me decían “Danos todo, ya valió madres” Uno de ellos me sabroseaba; metiendo mano en mi bolsillo izquierdo tomó mi celular… yo me protegía con los brazos y las piernas al tiempo que suplicaba piedad… Sí, “mariconié”, lo confieso… No podían quitarme la mochila porque tenía los brazos levantados y estaba de espaldas sobre ella. Pensé que mi compu podría romperse. Mi compu, que no llevaba ni tres semanas conmigo y que, si me la robaban, aún así tendríamos que seguir pagando. (Además, en el pasado me han robado ya una lap top) Aún así yo les decía “Está bien, les doy lo que quieran pero ya, ahí muere ¿no?” Estaba tan espantado que les hubiera dado hasta mi virginidad…


Si ellos, aprovechando su gran intimidación me hubieran dejado de golpear quizá ya no tendría cámara ni compu, ni mochila…. Intentaba negociar mis credenciales pero ellos seguían golpeándome, así que grité como león “Yaaaaaa”. Me soltaron pidiendo que me callara. “Ni madres” Grité más fuerte. Empezaron a correr y yo corrí detrás de ellos gritando furioso imprecaciones e injurias; amenazas de muerte y blasfemias… Descubrí que era absurdo… Había salvaguardado mi compu, no tenía que ir tras ellos, quienes seguían siendo dos y yo, tan sólo uno. Además estaba oscuro… Ya sin correr seguí gritando para asustarlos un poco: “Oscar, Oscar… baja we, ¡me están asaltando! Baja la pistola. Es ese pendejo de sudadera roja… mátalo.” Mis gritos retumbaron en la oscuridá… quizá por lo oscuro fue que se me ocurrió gritar el nombre de Oscar, mi, en ese momento, protector amigo imaginario.

Fúrico, llegué a mi casa haciendo recuento de daños: sólo me habían robado mi celular.

Toda la semana he estado adolorido por las patadas y los golpes, sobre todo en mi sien izquierda. Espero que el hemisferio cerebral correspondiente se encuentre bien, ya que ahí se procesa, según Valeria, el pensamiento abstracto y conceptual. Sería una pena perder mi parte lógica y razonante… Sí… una pena… una… pena.

No quiero permitir que, además del celular, me roben la confianza y la tranquilidad. Afortunadamente la última imagen que, de los asaltantes, tengo es ellos corriendo de mí y yo con mi compu a salvo; de lo contrario quizá sí me hubiera traumado y gacho. En cambio, ahora pienso seriamente en confeccionarme un disfraz de Marmota y salir por las noches a combatir el crimen antes de que, en mi barrio, se vuelva cotidiano. Podrán llamarme... a mi cel no, pues me lo robaron... quiero decir, podré ser llamado: “El caballero de la oscuridá”.

.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

aaah! es lo más horripilante que has escirto en casi un año. En verdad deseo que te recuperes de la noche a la mañana para que ya no te duela más. Sin embargo, admirable es tu sentido del humor.
Un abrazo suave, para no lastimarte.

Anónimo dijo...

hijos de la... !!! si los vemos les ponemos en su madre a los ojetes...espero que este ud muy bien y que al menos pueda venir a la borrachera del sabado con sve en el depa..saludos y suerte !!

Harllekin dijo...

Primoooooo !!! ash ke lata esto de komentar pero al fin lo logre muajaja... ke mal lo del asalto y choke... ahora ke lo pienso... desde entonces no te he visto... ni hemos ido a ver Avenida Q ¬ ¬! pero weno la vida siwe =D!!! y más kuando tienes lap n_n! k onda kon la segurida de nuestro país ? =O... pidamosle kuentas a Marchelo... aaaaaah!!! sabías ke papi Kawachi me dió beka? me he aburguesado... u_u! pero bueno... seguiré pintando y dibujando hasta el final!!! I will survive!!! =P

rapunzel dijo...

piensa en tu lap, acariciala y sé feliz